Convocado por el presidente Martín Vizcarra se llevó a cabo de manera virtual la sesión 128 del Foro del Acuerdo Nacional. El jefe de Estado en su intervención señaló que estamos ante una crisis social y económica sin precedentes y que para salir de ella se requiere la unidad de todos los peruanos. También habló la Ministra de Economía presentando el plan de reactivación económica post Covid-19 aprobado por el Ejecutivo a la medida de la CONFIEP y que la CGTP ha rechazado porque no fueron escuchados los gremios sindicales, ni sus demandas tomadas en cuenta.

No debería extrañar a nadie, esa ha sido la constante del Acuerdo Nacional. Siempre que se lo ha convocado ha sido para que los gobiernos de turno saquen alguna ventaja a costa de los trabajadores y el pueblo. Con Vizcarra no será diferente.

UN POCO DE HISTORIA

El Acuerdo Nacional fue convocado por primera vez por el gobierno de Toledo el 2002, los participantes suscribieron un acta que contó con la firma de Julio Favre presidente de la Confiep y Mario Huamán secretario general dela CGTP, su objetivo fue desmontar la demanda de un amplio sector de la ciudadanía en favor de una Asamblea Constituyente. Entre sus acuerdos figura el compromiso de llevar la educación del 3 al 6% del PBI pero nunca se cumplió.

Humala apela al Acuerdo Nacional el 2014 para llegar a un acuerdo con García y Toledo que lo salve de su crisis de credibilidad. Son parte del mismo Olmedo Auris en representación de la CGTP y contó con el concurso de Jehude Simon y Salomón Lerner, siendo secretario Ejecutivo del Acuerdo Nacional Javier Iguiñez, todos ellos connotados líderes de lo que fue Izquierda Unida.

Esa política de sumarse al Acuerdo Nacional resulta inútil y termina pasándole factura a quienes hacen parte del mismo pues acaban asumiendo los costos de una política de conciliación. Una cosa es el dialogo, otra el compromiso, el acuerdo, que conlleva el propósito de los gobiernos de turno para comprometer a todos con sus políticas antipopulares.

UNIDAD NACIONAL, CON QUIÉN Y PARA QUÉ

Claro que se necesita de la más amplia unidad para derrotar al Covid-19, pero es la unidad entre quienes defendemos la vida, es unidad de acción alrededor de temas que sean comunes como Salud única, universal y gratuita, Bono Universal, etc. Es entre quienes acordamos empujar en esa dirección y es contra los que se oponen. Es inimaginable sentarnos en la mesa con Dionisio Romero para convencerle del bono universal o el impuesto a las grandes fortunas. Igual es impensable que la Ministra de Economía acepte derogar la “suspensión perfecta”. Tales demandas solo serán posibles de alcanzar si hay presión y lucha por arrancarlas no hay otra. Pensar que puede haber un plan común es confiar en el gobierno neoliberal de Vizcarra. Eso desarma al pueblo trabajador que puede tener algunas ilusiones por la influencia de los medios y de los partidos del régimen. Y hace inviable una alternativa de izquierda porque si Vizcarra puede hacer las cosas bien, para que pelearnos con él.

La Unidad Nacional es dispararnos al estómago, es suicida. Lo que hace falta es la unidad del movimiento popular, ciudadano y democrático alrededor de un programa de emergencia que contenga los puntos que la crisis demanda.

BONO UNIVERSAL, RENTA BÁSICA

BONO AGRARIO PRODUCTIVO

SALUD ÚNICA, UNIVERSAL Y GRATUITA

NO A LA “SUSPENSIÓN PERFECTA”

IMPUESTO SOLIDARIO A LAS GRANDES FORTUNAS

¡Es ahora! Mañana puede ser muy tarde.

Escribe: Tito Prado 11/05/2020

Dirigente Nacional del Nuevo Perú