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ELECCIONES 2020 – 21, LO QUE ESTÁ EN JUEGO

Publicado: 2020-01-10

Abordar las elecciones complementarias 2020 como separadas del 2021 es un grave error. Pensar que es poca la repercusión que puede tener una sobre a la otra nos puede costar muy caro. Los partidos que queden mejor colocados en ésta serán los que mayores opciones tengan en la siguiente. Una primera razón es porque entre una elección y otra solo hay un año de diferencia, eso significa que el desgaste puede ser mínimo en un Congreso que está de salida en el mismo momento que entra. El 26 de enero termina una elección y empieza la temporada pre electoral de la siguiente elección que será el 11 de abril del 21, o sea un año después. Una segunda razón es que, en medio de una crisis política no resuelta, el protagonismo de los partidos y sus líderes en este período será el foco de atención permanente. Por ello mismo nosotros insistíamos en que Vero encabece la lista de JPP en Lima. Su peso político indiscutible hubiera asegurado un resultado exitoso, y desde el nuevo Congreso una batalla más consistente contra la corrupción, por una Nueva Constitución y contra el modelo.  

En medio de una crisis política irresuelta, el papel a desempeñar desde el nuevo Congreso como exponentes de la voluntad popular puede ser determinante para insistir en la necesidad de una salida democrática. Lo poco que se ha avanzado en la reforma judicial y política obliga a persistir en cambios más de fondo. Elección ciudadana de jueces y magistrados, no a la prescripción de delitos de corrupción, muerte civil a los corruptos. Evitar que se repita la distorsión de la cifra repartidora que permite una representación desproporcionada en el congreso, como ha sucedido con FP que con el 32% de los votos pudo asegurar aplastante mayoría con más del 50% de los congresistas. Terminar con la discriminación contra nuevas inscripciones políticas a las que se les exige condiciones abusivas. Renovar la política implica abrir la cancha y democratizar la contienda todo lo cual aún está a medias.

La crisis y descomposición de la derecha neoliberal deja un inmenso vacío que puede ser llenado por una salida autoritaria o una salida continuista, ambas defensoras por igual del modelo y el régimen político. Eso lleva a una polarización extrema entre la derecha y la izquierda. No es casual que todos los exponentes de la derecha en todas sus variantes alertan contra la izquierda y se ofrecen como defensores de la constitución y el modelo. Como telón de fondo persiste una amplia voluntad de cambio en el pueblo peruano, que se ha expresado en mil batallas. En ese escenario no queda otra que ofrecer una alternativa potente desde la izquierda. Estas elecciones brindaban la oportunidad para avanzar en ello pero sigue primando la dispersión. Renunciar a la unidad desde la izquierda y con el movimiento popular es pensar en chiquito, en la bancada propia. Pero si nuestro objetivo más estratégico es llegar a ser gobierno, no queda otra que pensar en grande y tener una política electoral unitaria del campo popular muy claramente afirmada en un programa de cambio que de una salida democrática a la crisis que sea antesala de las grandes trasformaciones estructurales que se requiere y que una Asamblea Constituyente puede poner sobre la mesa. Todo esto es lo que está en juego en estas elecciones complementarias, no solo cerrar el paso a los corruptos.

Tito Prado 09/01/2020

Dirigente Nacional del Movimiento Nuevo Perú


Escrito por

Tito Prado

Miembro de la Comisión Política del Movimiento Nuevo Perú y de la corriente interna SÚMATE


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