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Dialogo PPK -Fujimori: LO QUE ESTÁ EN JUEGO

Publicado: 2016-12-21

Tito Prado (21/12/2016)

Coordinador CP - FA

Luego de la censura congresal al Ministro estrella del gobierno de PPK, la mayoría fujimorista va por más. Se equivocan quienes creen que ahí termina el acoso. El Presidente Pedro Pablo Kuczinski ha optado por salir de su primera crisis política huyendo hacia adelante y dejando una crisis abierta en su propio partido. El final es casi anunciado, se quemará las pestañas, puesto que la angurria por el poder del fujimorismo no tiene límites. Por lo pronto la llamada “neo convivencia” entre el Ejecutivo y el Congreso ha funcionado haciendo posible la aprobación del presupesto 2017, pero al precio de ceder importantes bastiones del Estado al Fujiaprismo, como la SUNAT, el BCR y la Defensoría del Pueblo. Contradictoriamente ello no generó un equilibro estable. Las concesiones otorgadas envalentonaron a Keiko y su bancada a ir por Saavedra como paso previo a un cogobierno más compartido que asegure impunidad a los suyos y allane el camino a Palacio de la mafia.

El Fujimorismo no quiere esperar al 2021, quiere ejercer el poder desde ahora y sabe que lo puede porque la debilidad de PPK es estructural (sin partido, ni apoyo social organizado) y en un contexto de agravamiento de la situación económica y protestas sociales. La presa mayor será la libertad de Fujimori con lo cual la familia piensa instalar una nueva dinastía en el poder. El dialogo auspiciado por Cipriani, va en la línea de cerrar un capitulo de la crisis política con ventaja para el fujimorismo. PPK ha optado por poner por delante lo que tienen de común alrededor del modelo económico aún a costa de ir cerrando espacios democráticos. Ello llevará a mayores tensiones y confrontaciones sociales.

En el dialogo con Cipriani, lo más ausente del mismo fueron los intereses nacionales y el destino de la gran mayoría de peruanos. En todo caso lo que único que le importa al anfitrión, dueño de casa, es su lucha contra todo intento de democratizar las relaciones humanas. Acólito de la dictadura fujimorista, va por el mismo camino de la intolerancia y la discriminación machista y sexista. Cuesta creer que ahora, de la mano de PPK, vuelve el oscurantismo a ejercer, como antaño, alguna influencia en Palacio.

Si PPK quiere mantener la gobernabilidad, sostenerse en el tiempo y capear bien las crisis que vendrán, tendrá que defender la plaza. Pero eso está muy lejos de su talante de empresario exitoso construido en base al entendimiento y al interés común por hacer dinero con sus pares. Nada que ver con lo que es gobernar un país. PPK la pasará mal a pesar de entregar todo.

Esta crisis política, que pretende ser cerrada con el dialogo auspiciado por Cipriani, muestra una vez más que estamos ante un régimen con bases antidemocráticas puesto que hace posible que un partido que obtiene el 39% de los votos válidos (26% del padrón electoral), obtenga el 54% de las curules. Esta constatación, nos lleva a reforzar la necesidad de un proceso constituyente que busque un dialogo con el pueblo a fin de definir los cambios que hacen falta. Como parte de ellos, la reforma política y electoral, sobre todo ahora que se aprestan a cerrar más aún los espacios democráticos, como viene sucediendo con la ley contra el transfuguismo, o la ley de partidos que preparan en el congreso. Con el pueblo y junto a él, debemos ofrecer alternativas para combatir la corrupción, para defender el agua como fuente de vida, la soberanía energética y sobre nuestros recursos, para fomentar el empleo digno y hacer que la economía no esté al servicio de pocos sino de todo el pueblo peruano.

El gobierno a abierto el dialogo a otras fueras políticas, pero un dialogo que deje fuera los compromisos asumidos en campaña o los graves problemas que sacuden a múltiples sectores en conflicto, no tiene sentido. Hay una agenda país sobre la mesa que debe discutirse de manera clara, transparente, de manera institucional y de cara al pueblo.

Y si entre las crisis por venir, sea por la arremetida del fujimorismo, sea por la incapacidad de PPK de resolver las urgentes necesidades nacionales y sociales, sea por una combinación de factores, la izquierda junto al pueblo debe levantar una salida independiente. A más autoritarismo, más democracia debe ser la línea divisoria que oriente nuestra política. Sobre todo cuando queda claro que la real oposición estará nuevamente en la calle. El Frente Amplio, con sus dos bloque incluidos, solo puede ser capaz de marcar la diferencia si logra relacionarse estrechamente con las organizaciones sociales y la protesta ciudadana, puesto que lo que nos espera son mayores ajustes para salvar los negocios de las multinacionales y la CONFIEP como se ha podido apreciar en el CADE 2016.


Escrito por

Tito Prado

Miembro de la Comisión Política del Movimiento Nuevo Perú y de la corriente interna SÚMATE


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