Las elecciones ciudadanas del Frente Amplio del próximo 04 de octubre han despertado interés en los medios de prensa y particularmente entre la izquierda peruana. No es para menos, se trata de un evento democrático inédito para determinar mediante elecciones primarias abiertas la candidatura presidencial de uno de los movimientos que cuenta con inscripción electoral. Todo ciudadano que decida participar podrá elegir entre 7 pre candidatos al de su preferencia. Bastará presentar su DNI y votar en alguna de las mesas instaladas para tal fin en todo el territorio nacional. 

Muy distinto a lo que sucede en los predios de la derecha, allí tienen candidatos “naturales”, o sea jefes o caudillos que nadie discute puesto que su suerte está atada a dichos personajes. En el Frente Amplio se ha optado por hacer algo diferente, mostrando desde el saque que la democracia es un bien para ejercerlo empezando por casa.

Sea cual sea el resultado del 04 de octubre, la democracia interna triunfará como el mejor método para el funcionamiento de los partidos, frentes o movimientos políticos.

Algunas voces críticas alertan sobre el peligro de que el número de votantes no sea lo suficientemente representativo. Visto en perspectiva, pocos o muchos miles de votos ciertamente hacen la diferencia, pero ¿cuándo se ha visto que una organización política frentista se construye desde abajo asumiendo los riesgos que nunca faltan? Darle protagonismo a los militantes, simpatizantes y a la gente en general es un ejercicio democrático que afirma una identidad nueva, distintas a todo lo visto hasta el momento. Ello es un valor en sí mismo que será apreciado por ese bolsón social que rechaza lo viejo, entre otras cosas porque allí cuenta el dinero contante y sonante, sobre la voluntad de los partidarios.

Sea quien sea el elegido será finalmente el candidato de todos. Obviamente cada pre candidato representa una identidad política propia y el resultado tendrá una incidencia política concreta sobre todo de cara a las probables alianzas post primarias. Pero la institucionalidad colectiva tendrá un peso determinante. Justamente de eso se trata, de que nunca más el yo se imponga sobre el nosotros. También en eso lo nuevo debe imponerse a lo viejo.

Tito Prado (25-09-2015)

MPGT - Frente Amplio